el histórico 20

Compas... aquí subimos sentires, reflexiones, cosas que me nos llegaron, fotos, chistes, reflexiones organizacionales, reflexiones personales, articulos publicados etc... no pedimos permisos, solo la alegría contenida, y tanta historia que nos llega en una compu nos motivó a armar este compendio de escritos... si alguien se encuentra y quiere salir solo escribirnos y le sacamos...
Para organizar subimos PRE 20-PRE 20 Internacional---y POS 20-POS 20 Internacional.... solo para no perder el registro, capaz colapsa esto... pero queremos hacerlo

cariños y saludos feministas a todxs!!!


PRE 20

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Compañeras y compañeros:

el tren que viene de bs as, con mas de 1.200 compatriotas para votar, sufrió un sabotaje en la provincia de Entre Ríos.... llegará con cinco horas y media de retraso... Ojala toda esta gente, tengan medios de transporte para llegar a sus respectivas comunidades, despues de cruzar el puente internacional a una hora habitualmente muy congestionado los sábados....
Hagamos fuerzas para que así sea.

saludos
alicia stumpfs

http://www.misionesonline.net/paginas/detalle2.php?db=noticias2007&id=110997

POS 20 (y algunas si que del 20!)

El promedio de las cuatro bocas de urnas realizadas por varios medios de comunicaciòn dan, en promedio, el siguiente resultado:
Lugo: 41%
Blanca: 36%
Las proyecciones hechas señalan que esta tendencia, salvo que ocurra algo extraordinario, se mantendrá hasta el final de las elecciones, o sea hasta las 16:00

Vamos descorchando la botella de vino...
(escrito por ari ortíz)

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Bocas de Urna y TREP dan victoria a la APC

Los medios de comunicación difundieron hace minutos sus resultados de boca de urna.

La boca de urna de la profesional independiente Ati Snead, para la emisora 970 y el diario La Nación da los siguientes resultados: Fernando Lugo, 41,2,4%, Blanca Ovelar, 35,2, Lino Oviedo, 19,1%, y Pedro Fadul, 4,5%

La empresa Coin, contratada por el diario Ultima Hora y el canal Telefuturo arroja los siguientes números: Fernando Lugo, 40,1%, Blanca Ovelar, 37,2%, y Lino Oviedo, 16,9%, y Pedro Fadul, 2,3%.

La boca de urna de la firma ICA arrojó estos resultados: Fernando Lugo, 41,4%, Blanca Ovelar, 37,9%, Lino Oviedo, 15,8% y Pedro Fadul, 3,8%.

La empresa GEO, para la emisora Primero de Marzo y el Sistema Nacional de Televisión (Canal 9), emitió el siguiente informe: Fernando Lugo, 41,8%, Blanca Ovelar, 36,4%, Lino Oviedo, 17,8%, y Pedro Fadul, 3,8%.

La empresa First, que trabajó para radio Ñandutí y ABC Color emitió el siguiente informe: Fernando Lugo, 43%, Blanca Ovelar, 37%, Lino Oviedo, 16%, y Pedro Fadul, 3%.

Según SAKA: Lugo: 41, 28 %, Blanca: 32, 67%, Oviedo: 22, 76%, Fadul: 2,78%.

Resultados del TREP (Justicia Electoral), a las 18:57 pm: Lugo: 39;63%, Blanca: 32, 9 %, Oviedo: 21,53%, Fadul: 2,78%SOBRE 660.124 VOTANTES sobre 4689 mesas procesadas.

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QUIÉN LO DIRÍA, HE VIVIDO PARA VERLO
Festejos de 1989 y 2008
Por Alfredo Boccia

Diario Ultima Hora

Martes|22|ABRIL|2008

Es la segunda vez que me pasa. Ya antes, temía morirme antes de ver cómo sería el Paraguay sin Stroessner. Supongo que a más de un compatriota con la suficiente edad le habrá pasado lo mismo. Se quedó en el gobierno por tanto tiempo que yo aprendí a caminar, a leer y a nadar sin conocer a otro presidente que él. Terminé la escuela en mi Bella Vista natal, me recibí de bachiller y después de médico con el rostro del único líder mirándome circunspecto desde carteles callejeros, fotos en las oficinas públicas y tapas de diarios. Era él y nadie más que él.

Viajé a Europa, hice la especialidad a la que me dedico, volví al país, empecé a ganarme la vida y a entrar a esa edad a la que llaman madura y él seguía allí, imperturbable, inmortal. Fue entonces cuando me empezó a invadir aquella angustia. Me moriría antes que el general. ¿Es que jamás conocería el dichoso post-stronismo? Pero un día, sin aviso previo, se fue. Y para mí -y para buena parte de los compatriotas- fue una fiesta. Y este país se llenó de colores y optimismo.

Pero pasaron los años sin que ocurriera gran cosa. Algo había cambiado, pero había demasiado de lo mismo. Por momentos, parecía que solo faltaba el general. Ellos seguían allí. El Partido Colorado seguía gobernando. Y de nuevo todo volvió a parecer largo, interminablemente largo. Cuando quisimos darnos cuenta, ellos llevaban más de medio siglo en el poder. Y me volvió a acechar la vieja y conocida sensación de angustia. No era para menos, ellos estaban en el gobierno desde mucho antes de que yo naciera. ¿Es que me iba a morir sin conocer cómo sería el Paraguay sin el Partido Colorado en el poder?

Y así, de frustración en frustración, terminé convenciéndome que eso era inexorable. Hasta que imprevistamente, el domingo pasado, se fueron del poder. Y para mí -y para buena parte de los compatriotas- fue una fiesta. Y este país se llenó de colores y optimismo. No puedo quejarme, la vida ha sido de nuevo buena conmigo. He vivido para verlo.

Por ahora, lo disfruto. Con un optimismo irracional, con una alegría imprudente, con una irreflexiva confianza. Yo sé que vendrán tiempos de críticas y decepciones; quizás -Dios no lo quiera- extrañaremos el "saber hacer" de los colorados; tal vez seamos testigos de sectarismos de otro signo. Serán problemas de los que nos ocuparemos mañana. Por ahora, me intriga saber cuánto tardará en mostrar la cara mi próxima angustia. Me cuesta adivinarla, pueden ser varias.

¿Será que alguna vez viviré en un Paraguay sin tanta pobreza, corrupción y desigualdades? ¿Cuándo seremos un país donde las alternancias políticas en el gobierno no estén cargadas de tanto dramatismo? ¿Llegará el día en que podré votar sin peso de conciencia a un candidato presidencial colorado? ¿Viviré lo suficiente para verlo? Ya empiezo a angustiarme de nuevo. Maldito carácter el mío, que vuelve efímeras hasta las pocas alegrías.

foto mandada por maría lópez

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La tarde en que la ANR quedó sola

Myrian González

Es un edificio que carga en sus paredes el símbolo del poder político en Paraguay desde hace mucho tiempo. Desde afuera no es ni imponente, ni elegante, casi se podría decir que es una construcción que podría pasar desapercibida si la despojáramos de lo que representa. Allí dio a luz el terrorífico cuatrinomio de oro, en 1987. Es en ese lugar donde en agosto de 2006 la Honorable Junta de Gobierno del Partido Colorado rindió un minuto de silencio al dictador Stroessner, que días antes había muerto, lejos de « su » patria. También de ahí salen muchas de las grandes decisiones que afectarían a todo el país. Es el edificio de la «Gloriosa » Asociación Nacional Republicana (ANR – Partido Colorado).

Una amplia escalera preside la entrada al local, pintado de un color poco atractivo e indefinido, muy diferente al color partidario, al rojo colorado que también representa (representaba) en Paraguay el poder político. Era la primera vez que pisaba sus gradas con la sensación de estar entrando a un lugar prohibido para mí. Nunca antes había pensado estar ahí. Lo hacía en ese momento,a las dos de la tarde, cumpliendo la tarea que me asignaron : la de ser observadora del proceso electoral junto con dos europeos, uno de ellos, un referente de lucha contra la dictadura stronista el tiempo que vivió en Paraguay.

Una calma tétrica llenaba el ambiente. Mientras subía cada grada pensaba en cómo me presentaría y cómo presentaría a quienes yo acompañaba. Pensé en un momento que no nos permitirían la entrada, que saldría alguno de los muchos personajes que cotidianamente están, cuya imagen asocio con mafiosos, con matones, con gente en la cual no hay que confiar.

No tenía miedo pero pensaba en que nuestra presencia podría ser vista como una provocación. Pero ahí fuimos. Las primeras personas ante las cuales nos presentamos nos miraban desconcertadas. Dos de ellas eran policías y la otra un hombre de aspecto sencillo, muy sorprendido, pero afable, quienes nos indicaron –ante nuestra pregunta de dónde está la dirigencia– el ascensor que nos llevaría al segundo piso. Esperaba encontrar allí a mucha gente, no a la dirigencia de primera línea, pues sabía que ésta estaba en otro lugar, quizá pensando en las estrategias que deberían tomar para enfrentar la tempestad que se estaba acercando. Esperaba ver alguno que otro dirigente más o menos conocido, y esperaba encontrar más gente que la vimos. Apenas unas cuantas personas, todas ellas menores de 40 años que estaban como « perdidas en el espacio », con la mirada lejana, con aspecto displicente, como sin rumbo, sin saber qué hacer, sin capacidad de reaccionar ante la intrusa presencia en la que nos convertimos.

De pronto alguien sale de una pequeña oficina para informarnos que la candidata ya no está, que acaba de ir a su PC. No, no es la sigla que usaban los colorados de la dictadura para referirse a los « contrarios del régimen », no significa partido comunista, sino puesto de comando. Y aquí quedamos en el pasillo, unos segundos que parecieron eternos. También nosotros estábamos desconcertados. El ambiente gélido paralizaba. Hasta que aparece otra persona que nos dice, muy amablemente, que pasáramos al Centro de Prensa y ahí fuimos, apenas unos pasos más adelante.

El salón estaba impecablemente preparado para recibir gente. Dos pantallas gigantes de televisión emitían imágenes borrosas y hacían a la vez de límites de un escenario en cuyo centro –colgados de las paredes como presidiendo el salón– está Bernardino Caballero, fundador del Partido Colorado, sonriente en un cuadro de gran tamaño y en otro cuadro, seguro otro « prohombre » que lastimosamente, ahora no recuerdo.

Nadie nos decía nada, tampoco sabíamos qué preguntar. Miramos a los lados del salón una veintena de computadoras de última generación. Todas ellas encendidas pero sin estar siendo usadas en ese momento, pues sus usuarios estaban, sin estar. Me parecían fantasmas que se movían en sus asientos sin moverse, que hablaban sin hablar, que respiraban sin respirar.

En el centro del salón una larga mesa esperaba convidados que no vendrían. Termos de café y chipitas estaban allí, esperando que alguien los saboree. Y uno de mis acompañamientos lo hizo, en un acto simbólico de « tragarles » a los colorados, para darse el gusto nomás.

Nos miramos los tres, sonreímos y con una mirada cómplice me dice este compañero : « Irreversible », usando la palabra de quien nos informaba un poco antes que el Partido Colorado estaba cayendo, derrotado. Estaba todo dicho... y comprobado. El gigante estaba cayendo.

Y decidimos salir, porque a pesar de todo, respetamos el silencio de los que allí habitaban. No era momento para la venganza dulce. Era un momento histórico, que no tenía que empañarse con ningún sentimiento negativo. Era un momento para disfrutar porque podíamos ver esa caída, tan simbólicamente representada en esa gente, en ese silencio, en ese vacío. No me permití unas lágrimas de felicidad, las contuve, las reprimí. Era un momento histórico.

Ayer la ANR quedó sola, huérfana, sólo un aire sombrío llenaba el ambiente. Un aire cargado también de derrota, A la salida, ya sus paredes parecían decirme : somos duras, pero no tanto.

Asunción, 21 de mayo de 2008